Mérida, Yucatán.- El 1 de noviembre del 2002 se inauguró el Museo de los Ferrocarriles de Yucatán en conmemoración al centenario de la empresa Ferrocarriles de Yucatán (U.de Y.).
La finalidad del museo ha sido rescatar y preservar el patrimonio histórico, cultural y artístico de los ferrocarriles de la Península de Yucatán.
A la fecha, el museo cuenta con 43 piezas entre los cuales se encuentran vagones de primera y segunda clase, ejecutivos, de correos, cabuses, tolvas de carga, entre otros.
A pesar que el museo es interactivo y muy interesante, muy poca gente lo visita y es que el motivo de ello, según los trabajadores, es que se desconoce su existencia.
Torres Concha es un joven entusiasta quien recibe a los visitantes, quienes tras un breve registro y pago de cuota de colaboración de $20 adultos y $10 niños, escuchan una plática sobre la historia del ferrocarril en la Península.
Los visitantes pueden subir y bajar por todas las máquinas, excepto las muy dañadas. A diferencia de otros museos donde hay que guardar silencio y no tocar, aquí todo se toca.
El director del Museo señaló que Yucatán durante el auge henequenero se posicionó como líder mundial en tendido de vías, las cuales corrían por gran parte de la entidad.
“Las vías conectaban a los puntos importantes de Yucatán, como Tizimín, Progreso (que fue la primera ruta que se abrió), Valladolid, Peto, llegaba a Campeche, y luego llega a Veracruz, convirtiéndose en la primera ruta transpeninsular. Además de pasajeros, se trasportaba cargas y combustibles”.
El Museo cuenta con cuatro piezas que en su interior tienen cosas, están iluminados y con algunas exposiciones. Hay otras cuatro en las que se puede entrar pero no hay exposición adentro.
“También tenemos locomotoras con maquinistas con los que se puede platicar, en total serían unas 10 que se pueden disfrutar y ver lo que hay en el interior”.
Ubicación: Calle 43 entre 46 y 48 Ex patios de maniobras del Ferrocarril
Horario: de 10 a.m. a 2 p.m. de lunes a domingo.
Administración
El Museo de los Ferrocarriles de Yucatán forma parte de una organización civil y se sostiene con las entradas, cuotas de recuperación, sesiones de fotografías y el apoyo de voluntarios.