Salud y vida

Yeusví Maley Flores Cazola (*)

La vacunación es una de las principales acciones de prevención a nivel global. El éxito de esta medida ha sido comprobado por el sinfín de vidas que se han logrado salvar a lo largo de los años; sin embargo, en tiempos recientes han surgidos diferentes mitos que pretenden desprestigiarlas y que desafortunadamente día a día suman más adeptos.

En primer lugar, se ha relacionado la vacunación con el desarrollo de autismo. Una de las teorías que han intentado fundamentar lo anterior es la presencia de timerosal en las vacunas, compuesto orgánico del mercurio utilizado como conservador en algunas vacunas, y cuya relación con el desarrollo de autismo, no se ha logrado confirmar y, por el contrario; si se ha desmentido contundentemente por diversos estudios con validez científica como el metaanálisis realizado por Tylor et al., donde se dio seguimiento a través de los años a un importante número de niños vacunados.

Otro de los mitos es que la aplicación de diversas vacunas al mismo tiempo podría desencadenar una respuesta exagerada en el organismo que provoque complicaciones graves. La realidad es que las respuestas que generan las vacunas en el organismo son mínimas, pueden ir desde un leve dolor de brazo, síntomas gripales y fiebre en algunos casos.

Lo anterior se debe a que las vacunas provienen de virus y bacterias atenuados; es decir, un medio controlado que va a lograr generar las mismas defensas en el cuerpo que si nos enfrentáramos a las enfermedades per se; pero desde luego sin el desarrollo de toda la sintomatología de la misma. Por lo tanto, el sistema inmune logra conformar los anticuerpos necesarios para estas enfermedades, las cuales son potencialmente mortales de ser adquiridas de manera natural en un medio no controlado.

La Unicef y la OMS han declarado la vacunación como un derecho universal, y es una de sus principales líneas de acción preventiva.

Desafortunadamente hoy somos testigos de casos graves de enfermedades como el sarampión que día a día se expanden dejando una ola de devastación y muerte a su paso, porque los niños no han recibido protección.

Como sociedad debemos entender que la ciencia ha mostrado avances tangibles y que la vacunación es una herramienta de protección debidamente cuidada, que permite a nuestro sistema inmune adquirir las defensas necesarias para evitar complicaciones de enfermedades.

Debemos tener la capacidad de análisis crítico basado en publicaciones científicas, veraces y tristemente en el desenlace mortal del que hoy somos testigos a nivel mundial. Exhorto a todos los padres a investigar, a acudir con los especialistas, pero sobre todo a abrazar la vida de sus hijos a través del acto de la vacunación.

No pretendamos evitar la fiebre que pueden presentar posterior a las vacunas, evitemos la mortalidad de las enfermedades.

Médico general. Facebook, YouTube, Instagram y Twitter @DraYeusviFlores. drayeusviflores@gmail.com

Noticias de Quintana Roo, México y el mundo; los temas más relevantes del momento al instante que suceden y en todo lugar

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *