Temen no poder volver a estudiar o trabajar como hace 20 años, sin embargo, varias aún no pierden las esperanzas
AFGANISTÁN.- Tras el control de los talibanes sobre Afganistán, el pasado 15 de agosto, mujeres de ese país tienen miedo que la situación se repita como la de hace 20 años, cuando no podían estudiar, trabajar o vivir dignamente.
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Radio Francia Internacional fue testigo de las palabras de mujeres afganas exiliadas de su país, también algunas que aún permanecen en Afganistán.
“Una línea roja fundamental será el modo en que los talibanes traten a las mujeres y las niñas y respeten sus derechos a la libertad, a la libertad de movimiento, a la educación, a la expresión personal y al empleo, de acuerdo con las normas internacionales de derechos humanos”, subrayó la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.
“A las mujeres les gustaría poder continuar su educación, pero depende de la situación del país”, así lo señaló Shkula Zadran, exrepresentante de la ONU para la juventud afgana. “Si los talibanes no les permiten ir a la universidad, ¿cuál es la alternativa para ellas? Tal vez por ahora sería bueno continuar con los cursos en línea, como lo hicimos por la COVID-19. Esto permitiría a las niñas continuar sus estudios desde casa hasta que la situación política y de seguridad mejore”, dijo.
Esta joven estudiante que actualmente cursa un Máster de Relaciones Internacionales en Kabul, demostró el lado optimista de la situación al decir que “Las mujeres afganas no son las mismas que hace 20 años. Tienen talento, están comprometidas, tienen grandes sueños y nadie puede detenerlas. Es obvio que, si los talibanes quieren detenernos, si quieren restringirnos, les será imposible. Tienen que enfrentarse a nosotras, tienen que enfrentarse a estas jóvenes y valientes mujeres afganas, a esta joven y valiente generación”.
Una activista que habita en la ciudad de Herat, en Afganistán, dio a conocer que “Recibimos numerosos mensajes de mujeres, de activistas, que nos dijeron de alzar la voz, salir de nuestras casas, no tener miedo, y decirles a los talibanes que somos mujeres y también tenemos un papel que jugar en este país”.
También se unen las deportistas
El deporte ha sido de gran importancia para varias mujeres en Afganistán, por lo que les es preocupante que algún día les impidan practicar diferentes disciplinas. La nadadora Helena Saboori, quien es parte de la Federación Afgana de Natación dijo lo siguiente: “No los veo, pero siento su presencia, siento el miedo que se apodera de mí, que me llena de preocupación: es como un monstruo… Y me siento como un ratoncito. Cuando vi las imágenes de los talibanes entrando en el centro de la ciudad, me sentí mal. Pero también me dije a mí misma que nunca me rendiría, que seguiría nadando y que me haría aún más fuerte que antes”.