Los padres de familia que realizaron la caravana están de acuerdo en que los niños regresen a clases presenciales aún en semáforo rojo
Cancún.- Con cerca de 100 automóviles, padres de familia circularon sobre diversas avenidas de Cancún para realizar una caravana exigiendo el regreso a clases presenciales como parte del movimiento “Abre mi Escuela”.
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Muchos automóviles, que avanzaban tocando sus cláxones, tenían mensajes alusivos a su causa en sus ventanas, algunos de ellos con los nombres de sus hijos quienes supuestamente también quiere volver a clases presenciales.
El contingente inició a las 9:30 desde Puerto Cancún, para pasar frente al Palacio Municipal y de ahí recorrer la Zona Hotelera, de ida y de regreso, para acabar en el Malecón Tajamar.
“¡Si pueden abrir bares, pueden abrir las escuelas!”, señalaba uno de estos mensajes.
En Tajamar, los inconformes, vestidos de blanco, se formaron para manifestarse junto a un equipo de sonido con el himno elaborado para su movimiento, además de desplegar una lona en donde señalaba que es derecho de la infancia volver a clases presenciales este 30 de agosto, tal y como lo ha señalado el presidente Andrés Manuel López Obrador.
#Cancún | Padres de familia y maestros realizan ‘caravana’ para exigir a las autoridades la reapertura de escuelas y el regreso a clases presenciales en agosto.https://t.co/c1Bhl9bJlb pic.twitter.com/l1977t7L0V
— MegaNews (@MegaNews_MX) August 8, 2021
Estefanía González, vocera de este movimiento en Quintana Roo, indicó que su exigencia es que las autoridades declaren a la educación como actividad esencial, pues con un retorno gradual y con protocolos, pueden realizar clases de manera segura, aseguró.
Por su parte, Sofía Martínez Torre, también vocera de este movimiento, dijo estar de acuerdo con que se abran las aulas incluso en semáforo rojo, pues en su opinión “la educación debiera ser lo último en cerrar y lo primero en abrir”.
En este sentido criticó que se tenga prácticamente todo en funcionamiento, salvo las aulas presenciales, pese a que ya se ha visto que si se cumplen los protocolos, se aminoran riesgos.
“Si no regresamos a la presencialidad, corren riesgo las escuelas de cerrar definitivamente”, afirmó.
Cuestionados, padres en los automóviles señalaron que sus hijos “se vuelven locos en la casa“, además de no estar aprendiendo nada. Aunado a ello, complica a los padres quienes necesitan salir a trabajar.